Brevería 2052
Sé caminar por campos de abandono,
donde no hay ojos que me ven, ni hay boca
capaz de articular el blando tono
que la idea más íntima convoca.
Campos oscuros, de gardenias muertas,
de ríos estancados, miedo y ruido.
He estado allí, y estoy, zonas desiertas
del alma aislada, decepción, olvido.
mayo de 2009