Brevería 2111
En tu cuerpo de bronce resuenan los repiques
de campanas sensuales de otros siglos y tierras;
aquéllas que apartaban al hombre de sus guerras,
y sacudían su alma, su lecho y sus tabiques.
Hoy vibran en ti todas, y estremecen los muros
de la alcoba bohemia que compartes conmigo;
y yo, hombre que repudia combate y enemigo,
me abrazo a tus tañidos, tan lúbricos, tan puros.
agosto de 2009