Brevería 2118
Me envuelve tu palabra, es un abrazo
sutil, etéreo, vinculando el coro
de tactos saltarines al chispazo
saltando en el cerebro, seda y oro.
Te escucho, y me estremecen los temblores
de esta piel que es tan tuya como mía;
tu palabra, redoble de tambores
desde la mente al sexo, cada día.
septiembre de 2009