Brevería 2140
Inmóvil sombra, que ni vas ni vienes,
sólo estás; cuyo breve escalofrío
es el único indicio que retienes
de tu vitalidad. Hoy me atavío
de tu aletargamiento. Si los trenes
del ayer me acarrean su sombrío
flete de insomnio y ansiedad, prosigan.
Mi estación ha cerrado. Que maldigan.
octubre de 2009