Brevería 2164
Amé una vez, me transformé en poema
nacido de la fe y el entusiasmo,
pero no me leyó, y esto me quema
más que la llama viva de su orgasmo.
Estaba en cada verso, en cada idea
que se me descolgaban de la mente;
y aún escribo sobre ella, y me golpea
su actitud y su ausencia doblemente.
noviembre de 2009