Brevería 2181
No es la ley del más sabio o del discreto,
ni del alma gentil y enamorada,
lo que guía tu rayo o le provoca;
es la ley del más fuerte, y no hay respeto
para alguien como tú, dios de emboscada,
de volubilidad, de alma de roca.
Gobiernas por el miedo y el exceso,
y sólo el déspota cruel te invoca,
juzgándose tú mismo de regreso,
viejo Zeus, silencio en cada boca.
diciembre de 2009