Brevería 2193
Ya no te quiero, no; mas cómo quiero
a la mujer que fuiste;
la que nunca se fue, porque aún existe
dentro de mí, con su alma de bolero.
Ya no te puedo amar; y sin embargo,
amando a aquélla que me amaba sigo;
la que jamás me llamaría amigo,
pues fui su amante a lo ancho y a lo largo.
Cuánto la amé, cuánto la sigo amando,
mientras se va tu imagen disipando.
diciembre de 2009