Brevería 2253
Escucho aldabonazos a la puerta,
y atisbo, sin abrir, por la mirilla;
desolado, pretendo estar ausente,
dejándoles pasar. ¿Habrá una oferta
a nivel de fervor, no pesadilla?
Lo hasta ahora visto es tan intrascendente.
Ah, si viniera
quien ejerza de amante y compañera.
abril de 2010