Brevería 2312
Si pudiera olvidarte, si pudiera…,
de mí mismo tal vez me olvidaría,
traspasando la mítica barrera
que separa sosiego y agonía.
Mas ¿qué martillo en mano carpintera
destrozará un amor de orfebrería?
¿Cómo escuchar campana sin tañido,
o evocar a quien no se ha conocido?
agosto de 2010