Brevería 2328
Nada hay bajo mi piel sino tu esbozo,
trazado en sangre en la pared viviente
del alma que fue mía.
Nada hay fuera de mí sino el retozo
de tus pies, en la danza irreverente
que sólo una bacante bailaría.
Qué mundo tan pequeño, y sin embargo
ni más ancho lo quiero, ni más largo.
septiembre de 2010