Brevería 2350
Qué enorme es esta calle en donde habitas,
tan ancha que no alcanzo a ver la entrada
desde la acera opuesta. Nuestras citas
la hacían como el filo de la espada,
tan estrecha al pasar que el caminante
optaba por la próxima alameda.
Y es tan larga también. Cada habitante
está sólo de paso. No se queda.
Era tu calle. Era también la mía.
Hoy tan larga y tan ancha…, tan vacía.
octubre de 2010