Brevería 2366
Sembramos de cadáveres la senda
que nos conduce a no sabemos dónde,
por creer demasiado en la leyenda
a que la vida apenas corresponde.
Y al cabo de los años distinguimos
los huesos blanqueando en las cunetas,
y únicamente al fin nos admitimos
que sólo en nuestros rostros hay caretas.
noviembre de 2010