Brevería 2391
Lluéveme, lluéveme, feroz invierno,
azótame las tejas, las ventanas,
desborda canalones;
que más que en temporal, me hablas en tierno
y entrañable lenguaje en las mañanas
en que mi amor prolonga sus funciones.
Escucho tus rumores y sonrío,
pues en la paz me cantas del rocío.
enero de 2011