Brevería 2411
No grites tanto amor, que me ensordeces;
susúrralo, no más. Hay tanto ruido
cruzando nuestros límites, que a veces
se nos rebela el duende del oído.
La palabra desnuda, subrepticia,
lleva temple más vivo y penetrante;
y si al hablar, envuelve y acaricia,
tendrá la madurez de buen amante.
febrero de 2011