Brevería 2457
En suavidad, en mansedumbre, hermano,
como la gota de agua, persistente,
con sutil precisión de cirujano,
hable tu voz, serena y elocuente.
El grito es el martillo que la mano
blande sin convencer, no es de la mente.
Fluya clara, apacible, cada idea,
que la razón ni clava ni golpea.
mayo de 2011