Brevería 2470
Al borde estás de mi palabra. ¿Adviertes
su tono, sus temblores, sus mensajes?
Pienso que no; me la devuelve el eco.
Pero yo sigo hablando. Hay muchas muertes
que no nos estremecen, y paisajes
que miramos sin ver, y un mundo hueco.
Debe correr la voz, cálida, intensa,
por páramo, bancal y recoveco,
no importa quien escucha, mas quien piensa.
mayo de 2011