Brevería 2488
Llegó la luz, tocando en los cristales.
Era la más espléndida mañana.
Pero antes fue la noche y sus rituales
de mansa furia y religión pagana.
Fue avanzando el reloj, se hizo la prisa,
preciso fue partir, llamó el deber.
Y me llevé en el alma la sonrisa,
y el fervor en la piel, de esa mujer.
junio de 2011