Brevería 2496
Te cubriré de siglos, y encerrada
quedarás, como un ave, alas tendidas,
inmóvil, en un cubo de cristal,
sin desgastarte el tiempo, en la dorada
quietud de las nereidas, hoy dormidas
en plena desnudez primaveral.
Tan bella eternidad, poder amarte
en tu perenne, mágica belleza,
mas también con la agónica certeza
de no poder tocarte.
julio de 2011