Brevería 2549
Llevo en mí caudalosas multitudes
que no sé si son hijas de la mente,
o caciques de temple intransigente
que intentan apagar mis inquietudes.
Debo eludir sus peroratas huecas,
y seguir la voz leve que musita,
más bien que al vulgo que desbarra y grita,
y no alcanza a ofrecer sino hojas secas.
octubre de 2011