Brevería 2560
Dormirás cada noche, sin saberlo, conmigo;
tu almohada, rebosante de susurros y besos
del tiempo en que fui amante. Si hoy me llamas amigo,
tú has excavado zanjas, yo hago puentes y accesos.
No llegarán a verte mis sábanas, mas tienen
la visión de tu cuerpo, y el fervor de tu entraña.
Mi mente y mis sentidos en ellas intervienen,
y aunque no lo percibas, tu instinto me acompaña.
noviembre de 2011