Brevería 2574
Quiero que el alma se me torne ciega,
que no consiga ya identificarte
cuando pases al lado.
Guarde sólo la idea de una entrega
que sucedió, no más. Y al alejarte,
ni tu aroma despierte su cuidado.
Tal vez llegue a juzgarte su diseño,
y nunca logre despertar del sueño.
noviembre de 2011