Brevería 2616
No acierto a caminar sino a tu lado.
Sin ti, mis pies, olvidan su quehacer,
y son tan torpes ya para aprender,
que persisto en mí mismo aprisionado.
Si vinieras, el hierro en mis cadenas,
al eco de tus pasos, quedaría
fracturado o fundido, y la energía
fluiría de nuevo por mis venas.
enero de 2012