Brevería 2626
Sola en el duro banco de la plaza,
y tal vez desolada, te rodean
docenas de palomas que zurean
en la tarde otoñal. Cada una traza
su propia línea, círculo, revuelo,
que no ves, abstraída
en ese maremágnum de la vida,
por donde vaga el alma en desconsuelo.
Dentro de ti llevas el mundo, y nada
cautiva tu mirada.
enero de 2012