Brevería 2649
Hazte de lluvia, empápame, que llego
de atravesar desiertos sofocantes,
y el calor y la sed, lenguas de fuego,
aún me lamen. Las gotas apremiantes
de tu aguacero, a que feliz me entrego,
sean letárgicas o electrizantes,
me harán el hombre nuevo que ambiciono,
dejando atrás reveses y abandono.
marzo de 2012