Brevería 2697
Sigo yendo a tu casa,
mas el camino que antes recorría
con alas en los pies, no me espolea.
Te has despojado de color y brasa,
tibia y pálida ya tu compañía,
más que de amor furtivo, de asamblea,
donde el discurso muere en los escaños;
como entre dos extraños.
mayo de 2012