Brevería 2739
Tantos ángeles veo desalados.
Ya no espíritus puros,
ni tampoco caídos,
sino en cierto intermedio, desterrados
de un paraíso de oro, cuyos muros
guardan sólo otra raza de elegidos.
Supieron del amor, sin resistencia,
mas les pasó de largo.
Y cumplen hoy injusta penitencia,
y hay en sus labios un sabor amargo.
julio de 2012