Brevería 2745
Cuando llamo tu nombre, queda un rastro,
no sé si de calor o de fragancia,
de luz o melodía.
Se me torna en columna de alabastro,
que puedes observar, en su elegancia,
desde tu inaccesible lejanía.
Tu nombre, que surgiendo de mi entraña,
es lo único de ti que me acompaña.
julio de 2012