Brevería 2747
El recuerdo es el mar, y es navegable.
Lo surco en tan diversas direcciones
porque no es el llegar lo que me incita.
No siempre me resulta inhabitable,
y en él me escudo, si los galeones
del fracaso amenazan su visita.
El recuerdo es gentil, si bien se elige.
Sobre nubes nostálgicas levita,
y por afables términos se rige.
agosto de 2012