Brevería 2788
Me tomó de la mano. Dijo: Vente.
Y me dejé llevar, no sé hacia donde,
ni con qué fin. Sin carga de promesas.
Se detuvo a besarme, de repente.
Le pregunté qué tal, y me responde:
Nadie logró besarme como besas.
Y yo se lo creí…, por un momento.
Hicimos el amor, y lo creía
sólo un poquito más. Me parecía
ser hoja seca en ráfaga de viento.
octubre de 2012