Brevería 2979
Soy de mi propia soledad amigo,
porque yo la elegí, y en ella creo.
Nunca será adversaria ni castigo,
sino hospitalidad y galanteo.
¿Qué mejor compañía que conmigo?
¿Qué roce más gentil que su aleteo?
Es la otra soledad, la que es impuesta,
que nos deja la vida descompuesta.
agosto de 2013