Brevería 3068
Nadie te haga callar; sólo el silencio
que tú mismo te impones, es plausible,
y como tal lo acepto y reverencio,
porque hablas de otro modo, aunque inaudible.
Quien esté en desacuerdo, que rebata
tus tesis, sugerencias u opiniones,
pero óigate primero. Se dilata
la luz de la verdad con objeciones.
octubre de 2013