Brevería 3103
Voy a la puerta. Espero la llegada
de la felicidad, mas no aparece.
Sólo pasan extraños caminantes.
O tal vez lo ha intentado por la entrada
trasera de la casa, que no ofrece
decorado ni acceso extravagantes.
Hallándola cerrada, pasaría
sin ver con qué ansiedad la aceptaría.
noviembre de 2013