Brevería 3120
La belleza que observo en torno mío,
ya paisaje, persona o simple objeto,
más que en la realidad, está en la mente.
Se alberga en el cerebro un poderío
defraudador, tenaz, pero discreto,
que tergiversa espíritu y ambiente.
¿Por qué, si no, al mirar las mismas cosas,
lo que uno ve atractivo, o convincente,
otro lo arropa en dudas nebulosas?
diciembre de 2013