Brevería 3127
Este encubierto, místico lenguaje,
que abre el coloquio cuando el labio calla,
se fragua en suavidad y en humedades.
Recibo la amplitud de su mensaje,
y su profundidad, y me detalla,
sin palabras, bramidos y ansiedades.
Continúa el diálogo del beso,
que tanto lleva en su contacto impreso.
diciembre de 2013