Brevería 3145
Te descubrí al azar, antes de verte,
en la historia del cosmos archivada
bajo la gris neblina de la mente.
Eras montaña y mar, y contrafuerte,
dorada estrella al borde de la nada,
remolino de viento, sol naciente.
Cuando llegaste a mí, ya había visto
tantas partes de ti que de repente
supe por qué, por quién, para qué existo.
diciembre de 2013