Brevería 325
Viví en la realidad sin ilusiones,
y recorrí el camino más trillado
mordiendo el polvo de las decepciones,
a través de un paisaje desolado.
Y un día me evadí de mis prisiones,
para entrar en un sueño improvisado
con que desbaraté mi realismo,
sueño esperanzador, que eres tú mismo.
enero de 1999