Brevería 354
Se han muerto las caricias en mis manos
por falta de calor y de sustento;
fríos inviernos y áridos veranos
hielan los labios, secan el aliento;
senos ayer turgentes y lozanos
languidecen sin besos, y presiento
que sin tu indispensable compañía
he de morirme en soledad vacía.
marzo de 1999