Brevería 397
Mi escena es un monólogo muy triste
con fondo de atabales y tambores
en marcha fúnebre, desde que hiciste
marchitarse en tu adiós todas las flores
de que el coloquio en vivo se reviste;
yo en el proscenio, tú entre bastidores,
y mi voz, sin la tuya entrecortada,
más elocuente fuera si callada.
junio de 1999