Brevería 426
Oh, el espejo, custodio de secretos,
testigo universal, que observa y calla;
sin presentar chantaje ni batalla
ni a los prudentes ni a los indiscretos.
Cuántos estratos de íntimas escenas
guardan los sótanos de sus archivos,
silenciosos, incomunicativos...
¿Serás tú, de mis gozos y mis penas?
agosto de 1999