Brevería 435
Cuando miro hacia atrás, veo tus huellas,
profundas, sólidas, en mi camino,
ajenas a borrasca y remolino,
perennes, como el mar y las estrellas.
Pero al buscar mi rastro en tu vereda,
no he visto más que el trazo polvoriento
de promesas escritas en el viento,
y de mis huellas ni la huella queda.
septiembre de 1999