Brevería 450
Observaba de joven al que hablaba,
dando mi admiración o mi remedo;
éste amenaza, aquél tal vez alaba,
otro requiebra con susurro quedo;
luego aprendí que la palabra acaba
alli donde empezó, hueca de miedo,
de amor, o de rencor; sólo los hechos
tienen razón de ser, tienen derechos.
septiembre de 1999