Brevería 594
Soy uno de esos hombres abiertos, sin fronteras,
sin abruptas montañas obstruyendo el paisaje,
hombre de la llanura, por cuyas carreteras
ni hay urgencia en la marcha, ni se exige peaje;
soy del desierto, oasis con sombra de palmeras,
donde no es la llegada objetivo del viaje.
Estoy siempre de paso, sin intención, sin prisas,
que en la ruta florecen las mejores sonrisas.
julio de 2000