Brevería 647
Mucho he soñado y sueño todavía,
galante admirador de la belleza
que parece esquivar mi compañía,
o a punto de alcanzarla, el pie tropieza.
Pero sigo soñando cada día,
porque el soñar es mi única riqueza.
No es pobre quien padece decepciones,
sino quien vive ausente de ilusiones.
julio de 2000