Brevería 702
El reloj digital, inexpresivo,
relata el tiempo inadvertidamente;
reloj de sol, efímero y pasivo,
se va muriendo inexorablemente;
sólo el reloj análogo está vivo,
con su tic tac de corazón latente.
Cuéntame el tiempo en ese dulce tono,
que a su arrullo indefenso me abandono.
abril de 2001