Brevería 771
Iniciamos la vida en el último peldaño,
con la firme tendencia del progreso incensante;
quien renuncia al ascenso, teje su propio daño,
por su ademán remiso, carácter vacilante;
sólo quien cada día se eleva año tras año,
se supera a sí mismo, y al fin saldrá triunfante.
La cumbre llama a todos, ineptos y capaces,
pero sólo responden con sangre los audaces.
agosto de 2001