Brevería 855
El paso de los años nos madura,
afina el tacto, lima la aspereza;
tanto de nuestra juventud perdura,
que es como si otra juventud empieza;
tal vez pierde en vigor, gana en dulzura,
y aún a veces se quiebra la cabeza;
mar que impulsa su edad contra el rompiente,
sol en longevidad incandescente.
abril de 2002