Brevería 966
Ladra un perro lejano a la imprecisa
sombra sin voz, que al parecer se esconde,
y un motín de ladridos le responde,
que realidad tangible le improvisa.
Un rumor, una duda, una sospecha,
aún sin pies, andarán inapelables,
clavándose en el alma como sables,
en el alma, por siempre insatisfecha.
septiembre de 2002