Brevería 992
Flota en el aire lúcido el recuerdo
de aquel lugar tan nuestro, de aquel día;
llega a mí como suave melodía,
y en su armónica ráfaga me pierdo.
Cierro los ojos, se alza tu figura
en tembloroso surtidor de fuego,
y a su vibrante convulsión me entrego,
ahuyentando su luz mi noche oscura.
septiembre de 2002