Brevería 997
Las paredes del alma se me agrietan,
y entra la lluvia aupada por el viento,
y el frío, la congoja, el desaliento...,
cuantas cosas sin ti duelen o inquietan.
Hazte presente en júbilo y promesa,
restaura lo que ausencia y tiempo abaten,
que tus brazos me cerquen y arrebaten
y permanezcas en mi piel impresa.
septiembre de 2002