Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos (XLII)

Índice

Sonetos:
Hojarasca Hospedaje Hueco Huir Humedad Humillar Humo Hundimiento
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Breverías

3031
Rehúso evaluar mi poesía; buena o mala, ha brotado de mi entraña, modelada por mí, vástago mío. A pesar de su sombra, o su agonía, sigue siendo el espejo que no engaña, y nunca de su vera me desvío. Mas no puedo decir si me refleja, o si ella me modela y me bosqueja.

3032
Diafanidad, simplicidad y afecto. ¿Qué otra cosa requiere tu discurso? Cualquier otro atributo es dialecto enturbiando el mensaje; otro recurso oscurece, no aclara; es el lenguaje lámina de cristal, que en transparencia filtra, no ya la esencia del mensaje, mas también el barniz de la apariencia.

3033
La poesía es bella, mas no alcanza la elevada importancia de la vida. Mas ésta, qué inferior, qué desvalida, sin el canto de aquélla, sin su danza.

3034
No eres simple escritor si eres poeta, llamado has sido a mágicas alturas a que pocos llegaron, ni aun en sueños. Eres, por soledad, anacoreta, y sacerdote, cuyas vestiduras llevan luz y sonido por diseños.

3035
La belleza no es algo que se ve, es algo que se mira. Casi un acto de fe. Y en virtud de esa fe, después se admira. Es cierto que hay belleza en el objeto, pero muy relativa. Desenmascara el alma el gran secreto, pues al llevarla en sí, la reactiva.

Sonetos

3386 - Hojarasca
El color de la vida es el verano, mas el otoño, aciago, lo diluye, debilita las hojas, y concluye su ciclo de esplendor. Muerto el piano, enmudece la música, y no hay mano que arranque a la espesura cuanto fluye de brisa y ave en el verano que huye, y así el otoño es un rumor lejano. La fronda se desnuda, y sobre el suelo quedan las hojas secas, tenue velo que el viento arrastra en ciego torbellino. Efímera belleza la que un día exhibiera el ramaje, sinfonía hoy muda y gris, ni manto ni camino.
Los Angeles, 15 de agosto de 2013
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3387 - Hospedaje
Si, fatigado en mi peregrinaje, arribara a tu hogar una mañana, llamando levemente a la ventana, ¿me proporcionarías hospedaje? Polvo en los pies, maltrecho mi ropaje, tras la precaria imagen provinciana, ¿podrías ver la auténtica, la humana, que habita mi más íntimo paisaje? Es la que pide albergue, la que mira más allá de tu piel, aunque suspira también por su carnal alojamiento. Abre la puerta, acondiciona el baño, comparte agua y jabón con este extraño que llega a ti en febril ofrecimiento.
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
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3388 - Hueco
Soy oquedad, perímetro vacío de ideas claras y pasiones vivas; las que tuve, no mías, adoptivas, desertaron mi propio labrantío. Nada germina ya, campo baldío que un viento aciago en razias sucesivas sigue azotando, y mis expectativas de pensar y sentir mueren de hastío. Si pudiera colmar mi propia hondura con una sola fórmula de altura que impulsara resortes en la mente… Si lograra entender los dialectos con que se comunican los afectos en forma tan sutil y convincente…
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
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3389 - Huir
Se nos evade el tiempo, y en la huída arrastra cuanto un día acumulamos, nombres, sucesos, rostros, y nos vamos con él, mas sin nombrarlo despedida. Y no obstante lo es; en su partida no hay billete de vuelta, ni reclamos; desprendidos de todo, caminamos, y al mirar hacia atrás, ya es otra vida. Y otra vida también hacia delante, de la que cada cual es ignorante, sólo conscientes del actual momento. ¿Nos huyen los demás, o les huímos? ¿Qué nos queda, en verdad, de lo que fuimos? Tal vez no somos más que una hoja al viento.
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
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3390 - Humedad
Te ha empapado la lluvia, lluvia de oro, camuflaje del dios sobre la dama; el mismo dios que juguetea y brama bajo apariencia lúbrica de toro. No vengo a ti en disfraz, mas incorporo idénticos instintos, amalgama de bestial y divino, que reclama la humedad que te brota en cada poro. Y aquella otra que surge del deseo con impulso de fiera, y aleteo de improvisada, cálida caricia. Déjame resbalar por tal rocío, pues su contacto intensifica el brío que a base de tremores nos desquicia.
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
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3391 - Humillar
Yo sé quién soy, y sé también quién eres, mas tú ambos términos, tal vez, ignoras; tu propia condición sobrevaloras por el escarnio injusto que confieres. Es tu hora de crecer, por eso hieres, más señor cuanto más a otro aminoras; de idéntica arrogancia te decoras que el imbécil que no hizo sus deberes. Dentro de ti hay un alma hecha de astillas, que a los demás ocultas, y así humillas a quien la tiene de mejor hechura. Quizá la fuerza bruta es tu ventaja, y un enano mental es quien viaja dentro de tu despótica estatura.
Los Angeles, 19 de agosto de 2013
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3392 - Humo
Tan esbelto y sutil, tan indolente, surgiendo en línea recta de la llama, tornándose en complejo criptograma ante el más leve soplo en el ambiente. Tiembla, vacila, casi se arrepiente de cada nuevo paso, nueva trama, mas sigue dibujando, sin programa, en improvisación iridiscente. Azul, o rojo, o blanco, tembloroso, cruzándose en abrazo silencioso con sus propios ramales bifurcados. Sinfonía de rasgos, arabesco de diseños fugaces en dantesco tenue ballet, y al fin difuminados.
Los Angeles, 19 de agosto de 2013
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3393 - Hundimiento
Sobre tus aguas navegué, en rastreo de tesoros ocultos, sumergidos bajo tu superficie, y que dormidos en el tiempo me brindan su saqueo. Al fondo están, quizá bajo el golpeo de tormentas de mar, tal vez hundidos por bajeles piratas, o estallidos de su propio arsenal. Mas no los veo. Ábrete a mí, descúbreme el arcano trasfondo de tu espíritu, que en vano he intentado explorar y conocer. No hay volubilidad en esta empresa; mi plan es de conquista, y mi promesa de que tú y yo volvamos a nacer.
Los Angeles, 19 de agosto de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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